Su objetivo es dar a conocer, mostrar y transmitir la cultura japonesa a través del Aiki, el Kyudo y el Iaido. La Asociación Shugyo Renmei fue fundada por el Maestro Jesús Hervás.

BUDO es una palabra y un concepto relativamente nuevo. Se traduce habitualmente por el "camino" o "vía" de las artes marciales pero esto no es sinónimo de todos ellos. No todas las disciplinas pueden ser llamadas BUDO, ya que existen los "deportes marciales" y las "artes marciales", sean estas últimas técnicas de lucha o no.

BUDO es una palabra compuesta de "BU", cuyo origen es chino antiguo y significa combate, guerra o lucha; con sentido etimológico de militar. Por otro lado, la palabra "DO" qué significa vía, camino o senda; con sentido de desplazamiento. 

Remontándonos a su origen se denominaba "Bushi" al guerrero militar, "Bushido" al código social y ético militar del Samurái, "Bu-jutsu" a las técnicas de lucha militares o de guerra.

Japón entró en una apertura de modernización y de paz interna donde se abolió la clase guerrera del Samurái y el feudalismo, intentando adaptarse al mundo exterior con la era Meigi.

Las técnicas de guerra cuerpo a cuerpo y con su código de honor del Samurái quedo obsoleto,aunque algunas artes tradicionales japonesas se habían convertido a través de los siglos en un modo de formar el carácter de los individuos, desarrollando en ellos los valores éticos y espirituales. Todo esto quedo recogido en el Budo a través de la práctica del Shugyo. 

Shugyo significa "aprendizaje continuo", la búsqueda de la percepción del individuo y de aquello que se realiza dando por hecho que nunca se sabe lo suficiente y, por lo tanto, es un camino muy exigente y duro. Siempre podemos saber más.

Existe también un concepto final para Shugyo que tras el esfuerzo y preservación en el camino o la vía adquiriendo experiencia se llega a un estado puro de iluminación, como el "Misogi". 

Budo, en definitiva, es un camino duro de recorrer, pues es inflexible y exige que nos adaptemos a él sin excusas; enfrentándose consigo mismo y con el día a día, tal y como viene.

Realmente descubriremos que la lucha más importante a la que debemos enfrentarnos reside en nuestro interior. Las artes marciales serán utilizadas para vencernos a nosotros mismos; a nuestro "ego", nuestro mayor enemigo, y a todos nuestros antiguos miedos internos, orgullo, deseos e inseguridades que habitan en nosotros y nuestro entorno.

Shugyo te ayuda a superar todo ello para poder dar el paso siguiente en cada momento, a cada hora del día. Poder enfrentarnos es duro y exige un entrenamiento riguroso de nuestra propia vida cotidiana. Primero deberemos vernos a nosotros mismos. En este sentido, el camino del Budo es único. Luchar con uno mismo puede ser frustante y complicado.  

La dureza de la práctica de Shugyo no es necesariamente la dureza de un entrenamiento físico, sino ser riguroso con su ética. No se puede adaptarlo a nuestros deseos o caprichos; el camino es inflexible y lleno de reglas ancestrales pero vigentes hoy en día.

Aprender la etiqueta y reglas de vida no es nada fácil, sin embargo, aprender trucos de lucha si es muy fácil.

El camino es experiencia que te ofrece el Maestro, que generosamente la compartirá con quienes tome por alumnos para que adquieran a través de los años sus propias experiencias personales, aprendiendo y desaprendiendo con subidas y bajadas hasta llegar a estabilizarse poco a poco, a pesar de las frustraciones y los malos ratos, incluso físicos.

El verdadero Budo te aportará energía positiva y ante todo, mejorará nuestra salud de cara a poder afrontar nuestra propia vejez con entereza y buena salud, tanto mental como física y espiritualmente.

Si el camino no es sincero, sufrirás y harás daño a otros y a ti mismo. Elegir el camino o la vía del Budo no se puede concebir sin aceptar Shugyo.